Cuando usamos materiales a diario, es fácil no conocer su historia o de dónde vienen. A menudo, los usamos sin más, como parte de nuestro día a día, por propia rutina, incluso. El caso es que a veces es como si se parara el tiempo a nuestro alrededor y entonces surge esa pregunta que nos lleva a buscar respuestas, aunque parezcan simples o absurdas y, al conocerlas, vemos que detrás de un «simple» objeto, hay toda una fascinante historia.
Como es lógico, todos los materiales que usamos a diario vienen de algún sitio, tienen su propia historia y «alguien» tuvo que dedicar horas y horas, días e incluso años a desarrollarlo. La aceptación en la sociedad, por parte del público, es lo que conlleva que con el tiempo se conviertan en objetos cotidianos y eso, sin lugar a dudas, es lo que los hace más fascinantes.
Cómo nacieron…
La mayoría de cosas simples o básicas que usamos diariamente, tienen su origen en épocas de guerra. Durante estos periodos es cuando los países invierten mucho más capital en crear objetos útiles que les faciliten las cosas en el campo de batalla y por ello, empezaron a crearse ciertos tipos de plástico. Finalizada la guerra, en el año 1957, el ingeniero sueco Sten Gustav Thulin, empezó a idear la manera de poder transportar bocadillos, frutas y cualquier otro tipo de material no excesivamente pesado, hasta que consiguió encontrar la manera de doblar un tubo de plástico muy fino y ligero pero que a su vez resultara resistente, hasta darle forma de bolsa. La idea era la de poder transportar artículos de poco peso pero con gran espacio de carga sin que el plástico se rompiera. Y lo consiguió. Pero, pese a que la gente lo aceptó inmediatamente y fue considerado como un práctico invento, el coste era muy elevado, así que su uso expandido no se llevó a cabo hasta los años 70, cuando se descubrió un nuevo proceso de fabricación que abarató significativamente los costes y ya todos los comercios pudieron adquirir sus propias bolsas de plástico.
¿Qué tipos de bolsas hay?
Y, desde entonces, han sido múltiples los avances que se han hecho. Ya no sólo en las calidades del plástico, su tamaño y grosor, sino también en los tipos de asas, formas y colores.
Actualmente, las bolsas de plástico más utilizadas son las de polietileno o las de polipropileno, es decir, las bolsas de plástico de uso diario o las bolsas de plástico para embalaje o envasado de diversos productos.
Cuando escojamos nuestra bolsa, hay una serie de variables a tener en cuenta. Principalmente, la que se ajuste más a nuestras necesidades según el grosor del plástico, que nos ayudará a saber más o menos el peso que podrá aguantar. El tipo de plástico, es también muy importante, sobre todo si lo que queremos es personalizarlas. Para ello, adquiriremos las de polietileno, puesto que las de polipropileno suelen destacar por su transparencia y brillo, que las hacen ideales para mostrar el contenido de la bolsa. EL tipo de asas, o la falta de ellas, es otra de las opciones a tener en cuenta. Podemos encontrar las asas de camiseta, que son las típicas que se utilizan para la compra, las asas de troquel, que suelen usarse para regalo, las asas de lazo, que aportan mayor volumen interior y es utilizada para negocios que quieren dar mayor importancia a la imagen de la marca.
Además existen las bolsas sin cierre o con auto cierre y dentro de estos grupos podemos encontrar, por ejemplo, las bolsas de congelación.
Artículo realizado por Ratioform empresa Doiser desde 10/01/2017